
Desde las afueras de Lugano, los funiculares suben en dos tramos hasta el Monte Brè, hasta la montaña panorámica sobre la cuenca del lago y la ciudad. El tramo inferior hasta Ruvigliana fue inaugurado a principios del siglo pasado, mientras que el tren llegó hasta Monte Brè un tiempo después. Se considera la montaña más luminosa de Suiza. Por esta razón aquí se halla la apreciada y bizarra «rosa de Navidad», que solo florece en la Europa meridional.
Tras alcanzar la cima se recomienda detenerse un poco y disfrutar de los dos restaurantes con terraza situados en el lugar. El descenso tanto al lago como a Lugano, pasando siempre por Brè, son muy escaramados en varios tramos, como la senda de interpretación «Naturaleza y Arqueología» que lleva hasta Gandria.
En el coqueto pueblecito de Brè, con sus características tabernas, se respira la atmósfera de una vieja colonia agrícola que se fue enriqueciendo paulatinamente con numerosas obras de arte.
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